
Nuestros esteriotipos culturales, sociales, psicológicos y superficiales, nos encierran mentalmente en aceptar a las personas por lo que poseen o lo que son; es cierto que como dice el dicho al que a buen arbol se arrima buena sombra le cobija, pero en este caso, muchas veces diferenciamos y menospreciamos a nuestro projimo por su aspecto físico, y nos lanzamos a ejecutar juicios a la ligera sin conocer la esencia de nuestro interior. Todos y todas encasillamos a las personas, y cuidando nuestra reputación de lo que diran; aquí entra el desprecio a las personas, porque si son pobres, discapacitadas, feas, flacas, gordas, cualquier calificativo que nos hace egoístas y hasta deseamos ser manipuladores de nuestras relaciones, y nuestras amistades; es cierto este mundo es individualista y competitivo, pero cada persona posee su propia personalidad, su propio sentido del humor, su propia aficción y vocación de lo que le gusta o no. No somos jueces ni dioses, para cambiar a las personas, pero si podemos empezar a mirar con otros ojos... los ojos del alma, porque todavía en nuestros anuncios comerciales no se ha inventado un comercial que le haga publicidad a cada corazón, de estas personas, solamente cuando se hacen campañas de colectas públicas y se abusa de su imagen para fines comerciales y lucrativos. El interior de cada persona es unico y diferente, no podemos invadir sus pensamientos, pero si mostra afecto y respeto por el projimo tal y como son, aceptando sus errores y dificutades. Animate cambia tu vida y así, cambiaras tu mundo.