Ciertamente, nuestra naturaleza humana; nuestros esteriotipos sociales y las costumbres de este mundo; nos arrojan a elegir de entre todas las cosas; lo atrayente, lo poderoso, lo seductor, lo ¡bello! Pero que sucede cuando de entre todas estas ninguna llena nuestras vidas; mas que solo son cosas vanales, espejismos y apariencias en las cuales nos vemos envueltos y obligados a complacer nuestros propios egos; dejando de un lado las cosas que nos llenan de satisfacción y dejamos que la misma vanalidad nos enreda con sus engaños. Si llevamos esta dualidad de pensamientos entre las dos bellezas aplicadas a la humanidad; muchos nos regimos por las apariencias, por las personas que pueden parecer "bellas" exteriormente, pero interiormente se sienten vacías, sin vida, sin amor; pero que pasa con la belleza interior, aquella que invade la auto estima y la eleva a su punto máximo, de sentirse completo y realizado con le que tienes y pronto obtendrá. No debemos regir nos solo por las apariencias, cada persona tiene su propio talento natural; su propia forma de ser, cada persona es un mundo diferente por explorar; por lo tanto no debemos regir o enmarcar a las personas por nuestros propios principios o preceptos; si debemos saber y tener claro que es lo que regula nuestras mentes; pero si debemos tolerar nos los unos a los otros. Tu como persona no estas exento a padecer una discapacidad por accidentes, o sufrir una crisis mental que puede cambiar tu vida radicalmente, pero ahí es cuando lo que sembraste eso cosecharas; las amistades que cultivaste son las que pueden ayudarte; pero si las medimos por sus apariencias, no sabremos de quien podemos necesitar en medio de una crisis.
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